En los últimos días la televisión ha vuelto a ser el medio por el cual los trapitos sucios se divulgan, la “gentita de chollywood” se vuelve a apoderar de ella para hacer shows y más shows. No nos ha bastando con el asunto de Melcochita, al descubrirse que Constanza no era su hija, sino que en la misma semana, también se ha hablado de la ‘bronquita’ que se ha armado entre la señora Gisela Valcárcel y Raúl Romero, ambos animadores de dos de los programas que son la carta e imagen de América Televisión: El Gran Show y Habacilar.

Este lunes, haciendo zapping, llegue a ver este segmento que le hizo explotar a Gisela. Mientras veía toda la parodia de mal humor que se estaba transmitiendo a millones de personas me decía que faltaba un par de horas para que dicho teatrín rebote en los medios de comunicación y de mucho de qué hablar. Y efectivamente así ha sido, pues la supuesta broma que debía tomarse con correa, como lo ha manifestado Raúl Romero, no le ha gustado para nada a la animadora de El Gran Show, quien se lanzó con conferencia de prensa para hacerle el pare a Romero.

Este post no es para defender a nadie ni atacar, simplemente para opinar del tema. Considero que ésta vez se pasó de la raya Raúl Romero al hacer una supuesta broma, que de broma parece tener poco. Él ha dicho que no sabía de la parodia que se iba a realizar en tal segmento, que él llega a la justas al canal y que ahí le dicen cómo va el programa. Sea como fuese la cuestión de la hora que llegue, él forma parte activa de la producción y es imposible que no supiera quiénes iban a ser invitadas, cómo iba a presentarlas y el porqué invitarlas. Además, Raúl quien ha demostrado ser una persona inteligente, saber qué va y qué no va, qué da rating y qué no, porqué hacer algo y porqué no. En todo caso si hubiera sido por ‘llegar a las justas’, como lo ha indicado, pudo haber decidido no desarrollarlo como se hizo, ni seguir el juego, ni meter más candela a la situación que de tensa la tuvo desde el comienzo. Parece haberla estado pasándola de lo lindo y ahora dice que los que forma parte del mundo de la televisión deben tener correa.

Claro que correa se debe tener si te hacen una imitación bonita, o chistosa como lo realizan en el Especial del Humor, pero lo que se vio en Habacilar, no tuvo nada de eso. Se veía a una Mariella Zanetti disforzada, pasándose de la raya, hablando de más, y un conductor que le daba el espacio y el tiempo para que lo haga a sus anchas, y lamentablemente a dos muchachas: Viviana Rivasplata y Melisa Loza  que decidieron quedarse ahí y formando parte de este show con poca creativa y lleno de mal humor, como si con ellas no se estuviesen metiendo, cuando en realidad, estaban burlándose de las “tres ex”.

Hasta daba vergüenza ajena ver a Viviana, con el rostro de desagrado,  más aun cuando Mariella Zanetti, mientras imitaba a Gisela, la trató mal, diciéndole: ¿ella es modelo?, ¿no esta vieja?. No se puede saber que pudo haber pensado Viviana en ese momento, que prefirió sumarse al jueguito en vez de retirarse o hacer público su desagrado. Una cosa es que ella conduzca una parte de Habacilar y que por ende trabaje ahí. Pero por no quedar mal con las personas que la contratan, una debe sumarse a una situación en donde tu imagen se maltrata, porque a otros se les ocurrió vengarse de esa forma.

En todo este embrollo de dimes y diretes entre Gisela y Raúl, a alguien le falta hablar y  parece que nadie la encuentra, o acaso la prensa se ha olvidado. Me refiero a la declaración de Gisela Vacarcel, es decir Mariella Zanetti, quien se hace llamar de dicha forma. Ella es la única que sabe si lo que se emitió durante Habacilar fue una broma o no. Pero hasta ahora, no ha declarado y tampoco creo que lo haga, entonces la bronquita tiene para rato y la amistad que hace 18 años empezó entre las dos figuras de dicho canal, hoy se rompe.

Qué más puede pasar en las últimas semana, nada ya nos sorprende…